miércoles, 18 de mayo de 2011

Elzhi - Elmatic





Hablar de versiones, de remakes en un mundo tan cerrado y ególatra como es el del rap es cuando menos difícil. En un mundo donde el orgullo y ser real importa más que lo que tengas que decir y contar (y como lo cuentes), es casi imposible la supervivencia o ni siquiera el intento, de revisitar y reescribir lo que ya está hecho. De ahí la valentía de Elzhi y Will Sessions a la hora, no sólo de enfrentarse sin tapujos a la barrera que supone lo anteriormente expuesto, sino también por elegir el que posiblemente sea el disco más compacto, completo y coherente de la historia del rap.

Hacer un remake nunca es fácil (que se lo digan al cine), y casi siempre se parte con la desventaja de la comparativa con el original, efigie atemporal venerada y brillante, que mira al hijo/pretendiente con la soberbia y la solvencia del que se sabe vencedor de antemano. Pero hete ahí que las cosas nunca son las que parecen y el resultado nunca está marcado de antemano. Menos aún cuando el producto cae en manos de las personas adecuadas, con las ganas y la profesionalidad suficiente para escapar de los lugares comunes y tópicos inherentes al remake.

Elzhi y Will Sessions se nos aparecen entonces como unos estudiosos de este juego, unos geeks del rap dispuestos a diseccionar el Illmatic hasta el último detalle. Como si de piezas de Lego se tratara han desmontado estructuras, flows, beats, samples, tiempos, ritmos, silencios... para luego, re-visitar, re-crear, re-construir desde la estructura más básica lo diseccionado, dando lugar a un nuevo producto. Como si de realidades paralelas se tratara, estamos ante el mismo edificio robusto y consistente, pero con pequeñas diferencias que permiten que cada uno tenga entidad propia (el original) y separada (el remake). Por tanto, no cabe hablar de copia, sino de algo más.

Cabe señalar que en el fondo, todos partimos de la copia, de unos referentes que son el reflejo de a lo que aspiramos. No hay nada más erróneo que pensar que copiar es malo ¿cómo si no vas a aprender? Si lo que se entiende por bueno es X, nuestra intención será, sin duda, acercarnos a X lo más posible. Durante años el arte ha tenido que soportar la ignominia y la mentira del creador romántico, que ni copia ni aprende, que simplemente es, único y original en su creación. No hace falta señalar aquí, lo corto, absurdo e irreal de esta forma de pensamiento tan vigente en algunas academias, facultades y/o tribus sociales. Elmatic no sólo evidencia y desmonta dicha mentira de forma contundente, sino que de paso, aborda un tema que al menos, en lo que se refiere a nuestra escena brilla por su ausencia: el estudio, conocimiento, ciencia y tiempo que requiere, como cualquier otro estilo musical, esta mierda del rap.

Elzhi muestra en todos los temas una madurez que asusta. Conocedor del material que tiene entre manos, nos brinda los que seguramente sean los mejores lyrics que ha escrito en su carrera, con una soberbia capacidad de adaptarse a los flows y estructuras de Nas, para después, retorcerlas, transformarlas, alargarlas, y sobre todo, dotarlas de una vida propia que no hacen sino actualizar (y redundar en la atemporalidad del clásico de Nas) las temáticas y atmósferas recreadas en el Illmatic. De la misma manera, Will Sessions respeta el esqueleto musical conductor (beats y samples), sirviéndole de base para juguetear y divertirse cual niño ante un juguete nuevo: añadiendo aquí, cortando allí, introduciendo más allá, dándole más valor a unos breaks que otros... ¿Qué Life's a Bitch se queda corto? Pues nada, deja que el sample siga corriendo y se apodere completamente de la canción otorgándole nuevos significados. Cualquier cosa está permitida, que los sintes del Human Nature de Michael Jackson se apoderen del tema, que Halftime suene mucho más oscura bañada por un órgano de ultratumba, meter nuevos breaks de jazz...Mención especial merecen Detroit State of Mind, Represent (con esa brutal intro) y It Ain't Hard to Tell, auténticas rocas hardcore dispuestas a reventar altavoces, oídos y todo lo que se preste.

En definitiva, frente a ciertos sectores retrógrados más pendientes de volver a tiempos pretéritos que de sacar buenos discos, Elmatic se postula como el disco definitivo de cierto tipo de neo boom bap y como su única salida posible, donde el eclectismo, el collage y el apropiacionismo ocupan y habitan el espacio de la nostalgia.


3 comentarios:

VM dijo...

W.O.R.D.
Oye, y ahí está lo de The Notorious XX (imagino que lo habrás oído), que me pareció una maravilla de revisión.

Marsblack dijo...

Pues no lo he escuchado. Ahora mismo lo busco a ver que tal y te comento

Anónimo dijo...

Fashawn también hizo su Ode to Illmatic. Pero a los que nos flipa de ultramanera Elzhi y Slum Village, tiene muy buena pinta.