jueves, 6 de enero de 2011

Come into my bedroom honey, what I got will make you spend money

A principios de los 90 Mary apareció para "revolucionar" un género que andaba encasillado en el New Jack Swing y en el que las ideas empezaban a escasear. Y señalo de lo revolucionar entre comillas porque al final no fue para tanto, y a pesar de todas sus virtudes (que son muchas), ni What's the 411 ni My Life son esos discos perfectos que quisieron vendernos en los 90.



Bajo la batuta de Sean Puffy Combs en Uptown Records, Blige parió en el período de tres años dos discos de R&B/Soul enormes, pioneros en la combinación de fuertes loops de batería, samples de clásicos y una potente voz soul heredera de Aretha Franklin o Chaka Khan. El resultado de todo esto fue la aparición de un nuevo género, el Hip Hop Soul, cuya reina absoluta durante los 90 fue, obviamente, Mary J. Blige.

Para finalizar, podemos sumar a la mezcla un contenido lírico duro para los estándares de la época y la figura ruda y callejera de Blige y obtendremos el porqué del enorme éxito a nivel comercial (street credibility incluida) y de crítica de estos dos primeros trabajos. Ponerse cualquier canción es retroceder a esos primeros noventa, bañados por la magia de los golden years, cabeceando con sus ritmos esperando que en cualquier momento del tema se pusiera a rapear X (inserte aquí su rapper favorito). Quizás fuera ese el mayor logro de Blige, P. Diddy y todo el equipo de producción, la perfecta fusión de hardcore/no crossover/no sellout con temáticas y contenidos R&B, aparentemente enemigos irreconciliables, sumergidos en una continua guerra entre la figura del macho rudo y el soft men (con tintes homofóbicos incluidos).



Aún así, la sensación 18 años después del What's the 411 es que el tiempo no lo ha respetado tanto como debiera, suavizando enormemente su impacto, tanto en oídos veteranos como en oídos recién llegados, sonando en ocasiones antiguo y desfasado, hijo de una época y nada más que de esa, incapaz (como sí hacen los discos atemporales) de soportar el peso que dan los años.

Su dominadora figura durante los 90 (pienso en R. Kelly -o incluso Whitney Houston- también) ha quedado completamente diluida, pero para ser justo, no ha sido superada. No superada porque tanto la voz (llegando a ridiculizar a muchas de sus competidoras) como la actitud de Blige (cuyas raíces se anclan en la vida en el ghetto) han estado un escalón por encima de todas sus sucesoras, bien sea porque los caminos del R&B han sido otros (popización e idiotización de su público), bien sea porque las recientes voces capaces de competir con Blige han optado por el Neosoul, alejándose del camino al éxito comercial marcado por Diddy y Mary.



Seguir el rastro de Mary J. Blige es fácil, mucho, sólo basta con preguntar a cualquier aspirante a reina del Soul/R&B cuales son sus influencias. Pero,

¿Logrará asentarse con el paso del tiempo en el Olimpo del Soul?

¿O le pasará como a otros tantos grupos/cantantes excelentes?

A Jodeci, Tony! Toni! Toné!, Bobby Brown, D'Angelo u otros tantos me remito.

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